La mordida cruzada es una alteración de la oclusión que se produce cuando los dientes maxilares no caen correctamente en relación a los dientes mandibulares, lo que resulta en una mala oclusión.
En el siguiente video, en una clase que grabamos con la Escuela de osteopatía de Madrid, hablamos de la importancia de trabajar para mejorar todo lo posible la mordida cruzada, especialmente en niños y adolescentes.
Dependiendo de qué sectores estén afectados, se habla de mordida cruzada anterior (en los incisivos), mordida cruzada posterior (en las piezas molares), mordida cruzada unilateral o mordida cruzada bilateral.
Los niños son particularmente propensos a padecer mordida cruzada, que puede tener dos causas principales:
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- Una de origen dental, en la que los dientes han crecido en una posición incorrecta.
- En la que ha habido una falta de desarrollo del maxilar superior o un exceso de crecimiento de la mandíbula.
Los efectos de esta alteración de la oclusión incluyen una carga simétrica en todo el sistema muscular y una carga simétrica en las articulaciones temporomandibulares, lo que puede provocar un trastorno temporomandibular.
El tratamiento osteopático puede incluir técnicas manuales para flexibilizar el maxilar superior encastrado y normalizar la disfunción de lateralidad de la mandíbula. Los dentistas pueden corregir los casos de mordida cruzada relacionados con dientes torcidos o una alteración en el desarrollo del hueso con ortodoncias, expansores y cirugía maxilofacial.